Can’t be Satisfied, Life and Times of Muddy Waters, biografía de Robert Gordon, está llena de anécdotas e historias interesantes sobre el mundo del Blues de todo el siglo XX. Este libro nos cuenta la biografía de Muddy Waters de inicio a fin, pero arranca con su padre “Ollie” que cantaba Blues entre las mesas de los Juke Joints de la época.
La vida en el Delta del Mississippi a principios del siglo XX era muy aventurera y novelesca y nos presenta a un joven Muddy Waters que ponía trampas y hacía Moonshine, el alcohol ilegal. Así sobrevivía mientras en sus ratos libres se escondía de su abuela para escuchar discos de Blues.
En Can’t be Satisfied de Robert Gordon encontramos muchas otras aventuras. Como la marcha a Chicago después de escucharse grabado o como le recibió y ayudó Big Bill Broonzy, que era el jefe del lugar en aquella época.
Innumerables historias de todos los músicos que transformaron la música en aquellos tiempos empezando por el propio Muddy Waters, con todos a los que ayudó a triunfar y todos los que quedaron por el camino por el alcohol y sus consecuencias sobretodo.
Muchos se quedan con estas historias dignas del cine negro de juego, armas, mujeres y alcohol. Pero el autor también explica que ellos eran los mejores porque trabajaban muy duro para conseguirlo.
Ensayos interminables y búsqueda de un buen sonido era su día a día. También les preocupaba la puesta en escena. Después de sufrir un aparatoso accidente de coche en medio de una gira la primera preocupación era comprobar la maleta de los trajes.
Robert Gordon también da mucha importancia al mundo de los managers y las discográficas. Casi todos se aprovecharon de la pobre formación de Muddy Waters, que firmaba sin leer los contratos, quedándose sus royalties y otros beneficios, haciéndose ricos antes que él. “Pertenezco a la familia Chess” solía decir.
El lado humano del personaje es muy importante y complejo. Según el libro fue una gran persona y amigo, que no dudaba en acoger a cualquiera que tuviera problemas en su propia casa. Ayudó a muchos a triunfar en solitario incluso cuando veía perjudicada su propia carrera. “Debes dejarlos marchar” decía tranquilamente.
Este hecho quizás nos ha dado a grandes músicos, que aprendieron una buena base, de los que podemos disfrutar. Muddy Waters decía que “la armónica es la madre de la banda” y se preocupaba de tener a los mejores. La lista de ellos es un buen ejemplo de todo esto. Sonny Boy Williamson I, Little Walter, Junior Wells, James Cotton, Jerry Portnoy y Paul Oscher son solo algunos de ellos. Lo mismo podríamos hacer con el resto de instrumentos.
Otra cosa distinta era su propia familia. Como nos cuenta el autor a través de su nieta, él se lo creía cuando cantaba Hoochie Coochie Man. No lo podía evitar, las mujeres eran su pasión y eso creó situaciones familiares complicadas que intentó solucionar ya en su vejez.
Este libro es un retrato impresionante de uno de los músicos más influyentes del siglo XX reconocido por grandes estrellas como Eric Clapton, Jimmy Page, Jeff Beck, Johnny Winter o Keith Richards autor del prólogo de Can’t be satisfied.
Pero también es la historia de otros muchos músicos y de los territorios en los que transcurre la acción. La historia reciente de un país y de sus injusticias, con el mundo de la industria musical como telón de fondo. Una gran herramienta para cualquier músico para conocer mejor todos los aspectos importantes de la profesión y mejorar día a día. En este post solo esbozo algunos temas de la gran cantidad de situaciones, anécdotas y situaciones que contiene.
El libro está en inglés y eso puede ser un handicap, pero vale la pena hacer el esfuerzo para leerlo, aprender las frases y expresiones de los protagonistas, de la misma forma que escuchamos Blues en su lengua original o vemos una buena película. Además en el centro del libro hay una colección de fotos muy interesantes y poco vistas que ilustran toda la lectura.
Para mi Muddy Waters ha sido una gran influencia. Aprendiéndose al dedillo todos sus temas, los ritmos y acentos de los distintos palos del Blues que tanto dominaba, uno adquiere un ritmo y una soltura que le dan algo especial al tocar cualquier tipo de música.

Rollin’ Stone de Muddy Waters.
Hay muchos recopilatorios disponibles de Muddy Waters como los singles de su etapa en Chess Records, pero también reediciones espectaculares en vinilo, como la del At Newport in 1960 que fue apoteósica, dicen.
En este sentido es importante el libro porque cuenta qué era lo que realmente le gustaba a Muddy Waters y cuáles sus discos “buenos”. Muy pocas veces le dejaron grabar lo que quiso, otras se lo retocaron suavizándolo con metales añadidos, por ejemplo.
Gordon explica como en los 50’ era una bestia en directo. Dice que en su primer concierto en las islas británicas tocó tan fuerte que se quedaron de piedra porque esperaban el sonido folk de los discos. En su segundo viaje todos los británicos se habían comprado sus Telecaster con grandes amplificadores. Esperaban su ración de vatios extra, pero vieron a un Muddy Waters muy tranquilo y comedido.
El gran Bluesman Había aprendido a comportarse de forma diferente entre los blancos queriendo agradar y haciendo lo que creía que esperaban de él.
¿Cómo sería vivir el ambiente de su casa como lo vivió Paul Oscher de adolescente?
Sólo podemos saborearlo con obras bien documentadas y repletas de notas como Can’t be Satisfied, life and times of Muddy Waters, de Robert Gordon. El autor conoce el territorio ya que proviene de Memphis y ha escrito otras obras como It Came from Memphis, The King of the Road o The Elvis Treasures, centradas en el Rhythm & Blues y el Rock’n Roll.
Es ganador de un Grammy y ha producido el documental basado en este mismo titulado Muddy Waters Can’t be Satisfied. También es el escritor de The Road To Memphis, episodio de la serie Martin Scorsese’s Presents the Blues. Entre otras cosas también hizo en 1990 el documental dedicado al Blues, All Day and All Night, con B. B. King y Rufus Thomas.
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Una lectura imprescindible para los que estamos comenzando en el mundillo del blues…
Estoy deseando comprármelo!!
Gracias por tu comentario, espero tu opinión cuando lo leas!
Una gran reseña. Enhorabuena!
Estoy esperando a que me envíen un ejemplar del libro y leyendo lo que has escrito me apetece leerlo más.
Un saludo.
Muchas gracias! Seguro que te encanta! Un saludo!